Informe especial refrigeración: Heladeras, saliendo del freezer
Es un mercado de reposición que mantiene la estabilidad propia de un producto de primera necesidad. Los diferentes segmentos en general conservan su participación, y aunque el negocio todavía no volvió a los niveles previos a la pandemia, hay signos de recuperación.
Es un mercado de reposición que mantiene la estabilidad propia de un producto de primera necesidad. Los diferentes segmentos en general conservan su participación, y aunque el negocio todavía no volvió a los niveles previos a la pandemia, hay signos de recuperación.
Por Rodolfo Pollini
Aun con los problemas propios de la macroeconomía, el mercado de heladeras mantiene su perfil de negocio de reposición y de producto de necesidad que lo eleva, ante las dificultades, por sobre otros tipos de consumo.
Sergio Doldan, director comercial de Autosal, reconoció que el mercado de heladeras se recuperó bastante después del año de restricciones por la pandemia. “Al ser mayormente un mercado de reposición, a los periodos de crisis suelen sucederle periodos de crecimiento”, sostuvo. “De todas maneras, la crisis económica actual, que atacó directamente al poder adquisitivo de la gente, no permitió que el mercado vuelva a tener los valores previos a la pandemia”.
“Las empresas de línea blanca no somos formadoras de precios”, afirmó D’Andrea. “Tratamos de absorber, vía mejoras en la productividad, el alza de los costos de las materias primas, pero a la larga resulta imposible no trasladar los aumentos, porque los márgenes de contribución no lo permiten”.
Matías Ignacio Caridi Donato, a cargo de la categoría en Newsan, se manifestó satisfecho con el perfil del negocio. “Las ventas vienen bien y en el primer Q de este año estamos 10% arriba del mismo periodo de 2021”, afirmó y manifestó buenas expectativas sobre la próxima temporada, aún con el impacto que tendrá el giro del dinero hacia los televisores, por el mundial. “La temporada fuerte de heladeras, que además es un producto de primera necesidad, arranca un mes después que termine el mundial”, señaló.
“A nivel macro, este año el mercado de heladeras viene creciendo”, sostuvo Alexis D’Andrea, gerente de ventas de Briket. “Al cierre de mayo el sell in mostraba un crecimiento de alrededor de 20% respecto del periodo enero-mayo de 2021. Esa tendencia se notó en todo el año pasado respecto de 2020, y nos permite pensar que se va a mantener el resto de este año y de manera pareja en heladeras, freezers y exhibidoras.
Sebastián Schmid, gerente comercial de Inelro, dijo que el nivel de la demanda es bueno. “El año pasado fue superior a los anteriores y esa tendencia se mantiene, seguramente por el fomento al consumo a través de los programas de cuotas”, amplió. “En el segmento donde trabajamos nosotros, que es el de las exhibidoras y los freezers, vemos que aunque los primeros meses de la pandemia fueron complicados, en 2021 algunos ahorros comenzaron a destinarse a emprendimientos, desde pequeños locales hasta cadenas que se expandieron”.
Consumidores y consumo
D’Andrea reconoció que hay un cambio en la demanda de exhibidoras comerciales, que tiene que ver en parte con la economía y el nivel del empleo, que cuando se complica incrementa el cuentapropismo o los emprendimientos. “Las heladeras siguen teniendo público para todos los segmentos, con una tendencia a darle más importancia a la funcionalidad, las prestaciones o el volumen. Puede tener que ver con la inflación, además de los hábitos alimenticios, lo que hace que se trate de almacenar más productos o alimentos preparados, tanto en el refrigerador como el freezer. En freezers de pozo también hay mucha demanda familiar y por el mismo motivo”.
“En la Argentina, particularmente, el segmento no frost no crece más por el precio”, dijo Caridi Donato. “Aunque es una tecnología madura, tiene una participación del 20% en unidades y 30% en valor y en ese volumen se mantiene. Son unas 120.000 heladeras por año, que no es poco para los jugadores que estamos en esta categoría” .
“La mayor parte de nuestra producción se destina a exhibidoras verticales, y entre los freezers, los de hogar son la mayoría de nuestra producción”, dijo Schmid. “Somos los únicos que desarrollamos la tecnología Inverter para estos productos y somos el segundo proveedor del mercado argentino, porque ofrecemos una línea amplia que arranca con un modelo de 130 litros que tiene el tamaño de un lavarropas, apto para cualquier ambiente y los más grandes, que en el interior mantienen su demanda”. Sobre el mercado, Caridi Donato dividió a las heladeras cíclicas en tres segmentos: de 250 a 290 litros; de 290 a 340 y de más de 340, los tres con una participación bastante similar. “Combis no se venden más de 40.000 unidades anuales, un 5% del mercado que en la Argentina no termina de madurar, mientras que en Europa casi todas las heladeras son combi”, amplió. “Side by side no supera el 5% del mercado y freezers es una categoría también chica pero que para nosotros tuvo un gran crecimiento. Una explicación puede ser que la gente empieza a almacenar productos como un amortiguador de la inflación”.
Las políticas de gobierno terminan incidiendo sobre la demanda y también sobre la oferta. Según destacó Doldan, la contención de las importaciones de los últimos años permitió el fortalecimiento de la industria nacional.
Pandemia y pospandemia
El COVID trajo como una de sus consecuencias los cortes en las cadenas de suministros y los aumentos consecuentes de los precios. En todo el mundo.“Durante 2021 y este año hubo aumentos significativos en dólares en los combustibles y todo lo que tiene que ver con la logística”, afirmó D’Andrea. “Las alzas de precios en dólares de insumos y componentes, a nivel internacional, han sido muy elevadas. En algunas materias primas críticas, como los derivados del petróleo o el mineral de hierro, superiores al 50%. A eso hubo que sumar los problemas de abastecimiento por disminución en la frecuencia internacional de los fletes o las paradas de planta que aún se observan en Asia como consecuencia de la pandemia”. “No del todo”, afirmó Schmid refiriéndose al grado de normalización del abastecimiento de partes e insumos. “Sigue habiendo problemas con los aumentos en dólares de las materias y los componentes pero también en la disponibilidad de la logística hacia Sudamérica, más allá del aumento que tuvieron los fletes”, cerró.
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