RHEEM: La compañía avanza hacia la carbono neutralidad

Marcelo Olivera, Jefe de Calidad y Medio Ambiente de Rheem S.A., explica cómo fue el cumplimiento de la primera de las tres etapas en la transición hacia la carbono neutralidad.

En sus más de 75 años en el mercado argentino, Rheem siempre se caracterizó por estar a la vanguardia en la fabricación de sus productos y en su relación con la comunidad. En los últimos años se intensificó su preocupación por el cuidado del medio ambiente y la responsabilidad social y este año, con la obtención del primer sello certificado de ALPA, se posicionó como una de las pocas industrias de manufactura pesada de la Argentina que avanza hacia la carbono neutralidad.

“En 2021 iniciamos la preparación informándonos de cuáles eran los pasos a seguir y qué precisábamos para mitigar al máximo los gases de efecto invernadero que generamos en el proceso de fabricación de los termotanques y otras áreas de la empresa”, explicó Marcelo Olivera. “Capacitamos al personal transversalmente, hicimos las primeras inversiones en tecnologías, comenzamos a instrumentar las políticas internas y cumplimos la primera etapa con la certificación a través de la ONG que regula y mide los índices de la Huella de Carbono. A futuro, lo que no se llegue a mitigar directamente se compensará con la inversión que haremos y se traducirá en la obtención de Bonos Verdes, que serán reinvertidos en la generación de bosques, lagos o energías renovables. En esta primera etapa fomentamos proyectos que lleva adelante RAMCC, como la contribución al Municipio de San Luis del 40% del costo de la primera etapa, que fueron destinados a la compra de triciclos para reciclaje urbano”.

Rheem trabaja con la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático (RAMCC), una de las ONG que realiza las mediciones expresadas en el Sello ALPA Huella de Carbono, que con validez internacional evalúa los requisitos para alcanzar la carbono neutralidad basándose en la ISO 14.064, dividida en tres etapas. La primera, de las mediciones, ya fue superada; la segunda toma en cuenta las compensaciones entre la emisión de los GEI y las medidas de mitigación y la última será la obtención de los Bonos Verdes.

Olivera señaló que para Rheem este proceso no es nuevo, porque en 1998 ya habían iniciado la gestión de los residuos peligrosos.

Transformamos los contaminantes mediante la aplicación de la economía circular, que nos permite reinvertir en bienes que reducen la emisión de gases de efecto invernadero.

“Llegar a la certificación, algo muy importante para Rheem como empresa, nos llevó un año y medio”, amplió Olivera. “Cumplir con todos los pasos es un proyecto a largo plazo. Esta primera etapa es importante, porque el cálculo es validado por organizaciones de primer nivel internacional como la GHC Protocol (Greenhouse Gas Protocol) y el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático)”.

Cuando comenzó la pandemia, la dirección de la empresa demostró su compromiso para iniciar este proceso, que para Rheem no es nuevo. Ya en 1998 inició la gestión de los residuos peligrosos, el uso de la energía y el cuidado de los aspectos productivos que pudieran tener un impacto ambiental, para alcanzar la certificación ISO 14.001.

Rheem trabaja con la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático (RAMCC), una de las ONG que realiza las mediciones expresadas en el Sello ALPA Huella de Carbono que, con validez internacional, evalúa los requisitos para alcanzar la carbono neutralidad basándose en la ISO 14.064, dividida en tres etapas.

“Tenemos una planta de tratamiento de efluentes y aplicamos un sistema de economía circular”, detalló Olivera. “Todo el SCRAP (Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor de Residuos) generado se recicla y se vende a otras industrias como materia prima, como la chatarra por cortes y descarte de chapa que se recicla y vende a grandes acerías. Lo mismo con los cartones y maderas y algo similar con residuos peligrosos como las pinturas en polvo, que se utilizan en la industria del Durlock. Las que no, se calcinan y se disponen las cenizas como material inerte, lo que genera gases y tiene un costo asociado. Transformamos estos contaminantes mediante la aplicación de la economía circular, que nos permite reinvertir en bienes que reducen la emisión de gases de efecto invernadero”. Para llegar al primer escalón hacia la Carbono Neutralidad, el área de Medio Ambiente de Rheem debió ocuparse de cálculos complejos, como analizar el consumo de gas que tienen un auto elevador un alto horno y la factura de electricidad mensual. También están trabajando en la gestión energética para disminuir la generación de GEI.

“Estamos analizando cuáles son los focos de mayor generación de GEI sobre los que podemos actuar y los atacamos”, cerró Olivera. “Rheem no genera ningún gas ni residuo de impacto ambiental que viole la legislación vigente, ya sea a través del Municipio de San Luis o lo que dicta la Ley Nacional de Medio Ambiente en su afán por cuidar el planeta sin desdeñar esfuerzos. La carbono neutralidad ya es un pro-yecto tangible, avanzado y sensible en su magnífica trayectoria vanguardista y comprometida”.

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