Reportaje a Juan Ignacio Do Porto, country manager de Kingston para Argentina, Bolivia y Uruguay
“Para nosotros, 2020 y 2021 fueron años
de facturación récord”
Analizamos con el ejecutivo de Kingston el perfil actual de los productos de almacenamiento, el del mercado argentino y la evolución de los precios y su impacto en la demanda.
Por Rodolfo Pollini
Cuál es la primera impresión que tenés, desde Kingston, del mercado de memoriasy productos para almacenamiento?
Hace un par de años que vemos una explosión muy grande en el negocio de almacenamiento, específicamente en las unidades de estado sólido, que siguen creciendo con un ritmo bastante acelerado producto de la arquitectura del producto, que hace un par de años muestra un precio mucho más asequible. Para nosotros, la unidad SSD tiene el peso de facturación más grande entre nuestras tres líneas: SSD, memoria RAM y memorias flash, que son las tarjetas y los pendrives.
Los precios asequibles deben provocar un giro de la demanda a productos más especificados.
Los precios están cada vez más agresivos y las capacidadesevolucionan. Antes uno estaba acostumbrado a ver que las capacidades de 120 GB o 240 GB eran las que más se vendían y hoy están dando un salto. Más allá de que 240 GB continúa siendo la más vendida, la de 120 GB ya no está en primer lugar, 480 GB tiene un peso muy importante, cercano a 240 GB y 1TB ganó un espaciomucho más importante.
¿Esa evolución a la baja de los precios es puntual o la ven como tendencia?
El precio del producto ha bajado considerablemente en los últimos tiempos y la visión de largo plazo de pricing es a la baja, porque la escala y la arquitectura de la tecnología lo permite. Estamos contentos, porque si bien el mercado está creciendo mucho en volumen y en el producto de primer precio, también deja un espacio muy grande para los productos más específicos, o de nicho, como los de gaming o los corporativos.
La demanda de mayor capacidad debe ir de la mano de la generación de contenidos, que por la tecnología que utiliza, como el video, exige mayores recursos.
El contenido cada vez es más pesado, cada vez más las redes sociales y las vías de comunicación involucran el video y se necesita más espacio. Si bien ese contenido termina almacenado en la nube, la fase inicial del tratamiento de ese contenido es edición, se hace en un dispositivo local y necesita capacidad de almacenamiento para trabajar. Todo lo que vemos de workstation o PCs que se arman para diseño gráfico, en su gran mayoría llevan SSD con un estándar de capacidad más alto. La media puede ser 240 GB para un usuario común, pero 480 GB para un usuario de diseño gráfico o un editor de video puede ser
poco y necesitar 1TB o superior.
Mencionaste la nube y en una lectura primaria uno imaginaría que es una amenaza para los dispositivos de almacenamiento. Imagino que me vas a decir que no lo es, pero explicame por qué…
A la nube durante muchos años se la vio como una amenaza más relacionada con el negocio flash, con el pendrive, que es la unidad de almacenamiento por excelencia del consumidor final. La verdad es que los últimos dos años y medio de pandemia la venta de dispositivos flash se vio muy golpeada por la gente encerrada y sin necesidad de transportar archivos. Pero la buena noticia ahora es que los niveles de venta de memorias flash tuvieron una recuperación asombrosa y son los que tienen la tasa de recuperación o incremento más alta, continúa con volúmenes muy grandes y tiene mucho para dar en facturación. Podría creerse que nadie más compra pendrives o tarjetas, pero no es así.
Seguramente deben haber cambiado los usos o las aplicaciones de los dispositivos.
Las tarjetas se venden mucho para las cámaras de acción y los drones. El mercado está requiriendo productos diferenciados, como para filmar en 4K y, aunque en menor medida, para la fotografía profesional. Estamos poniendo foco en desarrollar tarjetas para video vigilancia. La tarjeta de 16 GB ya no es el estándar; la base es 32 GB y 64 GB y 128 GB se pronostican como los dos grandes jugadores para este año y el que viene.
También citaste al gaming, un negocio y un mercado que crecen de manera increíble. ¿Cómo lo ves impactar, en general y específicamente desde el negocio de ustedes?
Tenemos una larga trayectoria en el negocio de gaming. Nuestra primera línea de productos fue la memoria RAM y tanto ahí como en SSD tenemos variantes de productos gaming. El año pasado hicimos el rebranding de nuestra línea de alta performance para RAM y SSD que es Kingston Fury y en los últimos dos años, cuando la pandemia fue un acelerador muy grande, fueron los segmentos internos con más crecimiento. Tenemos mucha experiencia en la venta de memoria RAM de gaming, somos número uno en market share en la Argentina tanto con Kingston Fury en RAM como en SSD.
¿Cómo está el mercado argentino en comparación con otros países?
Uno podría pensar que con lo que vivimos en el contexto económico en los últimos meses o años estamos retrasados, pero esa misma situación hace que la gente invierta sus pesos para que no se desvaloricen y la Argentina esté disparada en consumo. Para nosotros, 2020 y 2021 fueron años de facturación récord, la duplicamos y el año pasado rompimos el récord histórico de facturación en la Argentina desde que desembarcamos en el país, hace más de veinte años. La Argentina está muy bien ubicada a nivel de sus resultados, impensados antes de la pandemia.
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