Mirgor expande su innovación al mercado internacional y va en busca de su tercera estrella
El Grupo Mirgor busca que las importantes inversiones realizadas para ser un fabricante de clase mundial les permitan llegar a nuevos mercados agregando valor a partir de la incorporación del talento local.
Por Forbes Argentina
Si se observa el recorrido realizado por Mirgor que este año cumplió sus primeras cuatro décadas es difícil que no aparezca la melodía de: “Muchachos… ahora nos volvimos a ilusionar…” Se trata de una compañía que realizó lo imposible varias veces y ahora va por su tercera estrella, una que la llevará a ser parte de las ligas globales.
Todo comenzó en un momento de incertidumbre cuando la nada misma se avecinó y ya no había más oportunidades en el negocio que tres socios manejaban en Tierra del Fuego relacionado con la construcción. “Nos quedamos sin nada para hacer en uno de los tantos vaivenes económicos”, señala Roberto Vazquez fundador y Presidente de Mirgor.
Ante la crisis surge aquello que señalara Steve Jobs en su charla para graduados de la Universidad de Stanford, si se sabe unir la propia historia de lo que uno vivió se hallarán todas las respuestas para enfrentar el futuro. Para Roberto se trataba de volver a sus raíces: “Tenía experiencia en la industria automotriz porque había sido empleado en Ford y me quedaban amigos allí. Y justo estábamos en un momento nuevo para la fabricación de autos. Aparecía la necesidad de que contaran con aire acondicionado. Y entonces nos decidimos por dedicarnos a fabricar ese componente, aunque no supiéramos nada. Vendimos unos terrenos que teníamos e invertimos todo en montar una planta.
Por supuesto después tuvimos un montón de dificultades imprevistas. Pero logramos capturar una transición tecnológica. Había menos del 5% de autos que traían aire acondicionado para un mercado de 300 a 400 mil unidades. Aprendimos a fabricar que es uno de nuestros primeros valores intangibles y también a relacionarnos con las marcas para ser licenciatarias de su tecnología. Eso sucedió con la francesa Valeo (nombre que viene del latín: “Estoy bien”) que cumple 100 años. Supimos aprender de los más grandes“, revela Vazquez.
Esos dos hitos, capturar transiciones tecnológicas y relacionarse con partners globales de los cuales adquirir conocimientos y procesos fue una parte del camino mandaloriano que sembró Vazquez en la organización. A medida que fueron creciendo tuvieron su propio proceso de fabricación que hoy es la suma de todas sus experiencias. “Ya llevamos muchos años optimizando nuestra manera de fabricar, sobre una documentación de 1995 siempre se fueron agregando mejoras y para cuando tuvimos el desafío de fabricar los respiradores en medio de la pandemia se vio todo el potencial de las capacidades de Mirgor. Pudimos hacer lo que ni su fabricante original podía resolver“, señala José Luis Alonso, CEO de la empresa y a quien Vazquez le dio la responsabilidad de llevar la compañía a desafíos que eran inimaginables décadas atrás.
En la crisis de 2001 se llegó a un punto donde tenían que hacer una reestructuración muy grande o encontrar alguna otra cosa para hacer. “Ahí fue cuando comenzamos a fabricar aires acondicionados domiciliarios, y empezamos con la electrónica de consumo que comenzamos a ver como nuestro nuevo nicho. A partir de esa experiencia luego entramos en la telefonía celular con Nokia que fue un gran hito en la empresa”, comenta Vazquez.
Claramente el expertise de fabricar para la industria automotriz y sus exigencias fue un valor diferencial. “Cuando nos dieron la orden de compra, le pregunté al responsable americano por qué nos habían elegido si no contábamos con experiencia en ese negocio, y me dijo: ‘Es cierto, ustedes no saben nada de teléfonos, de eso sabemos nosotros, pero saben fabricar para la industria automotriz, y eso nos asegura que tienen un nivel de calidad y de responsabilidad con los productos totalmente diferente’. Ese es el valor que siempre apuntamos”, asegura Vazquez.
Mirgor entró en una dimensión nueva cuando se convirtió en socio estratégico de Samsung. En la actualidad Mirgor maneja el negocio de Samsung de punta a punta. “Seguimos el desarrollo estratégico. Primero nos plantearon que nos ocupemos de la distribución. Cuando vieron lo bien que lo hacíamos, nos plantearon seguir con los puntos de venta, luego servicio postventa. Y así fuimos logrando integrar verticalmente todo el recorrido desde la recepción de materia prima para fabricar el smartphone hasta enviarlo a la casa del cliente final”, detalla Alonso.
En Samsung el D2C (Direct to consumer) en el mundo tiene un promedio de llegada sobre el share total del 2 al 3 % máximo. “En cambio aquí ese porcentaje triplica y hasta cuadriplica el estándar global. O sea Samsung llega a sus consumidores y conectarse con ellos mucho más y más eficiente con un socio estratégico que entiende sus necesidades.
Ingresar en nuevos negocios muestra la flexibilidad y capacidad de adaptación que tiene Mirgor. “En nuestros inicios hacíamos 7 facturas por mes. Hoy, con nuestras 8 unidades de negocios procesamos miles por semana. Este es parte del desafío que encaramos” se entusiasma Vazquez.
Por otra parte, cuando vieron este negocio por primera vez en 2018 en Samsung les dijeron que debían estar preparados para entregar cien teléfonos por semana “y nosotros nos miramos y dijimos cómo hacemos para entregar esa cantidad eficientemente, bueno hoy podemos entregar la misma cantidad por hora. Nunca pensamos en el depósito para hacer eso. Pero cuando se fue dando la necesidad lo fuimos ampliando, por eso siempre definimos que todas las herramientas que incorporamos sean escalables y no tengan limitaciones”, apunta Alonso.
En Mirgor abundan los ejemplos en ese sentido. Un negocio donde están agregando mucho valor es en el de placas electrónicas porque involucra tanto su elaboración como el diseño de softwares específicos sea tanto por desarrollo propio como de terceros.
Dada la demanda expandieron la planta de placas electrónicas. “Nuestros ingenieros solicitaron duplicar la capacidad de la planta, pero cuando se trata de realizar una inversión de esa magnitud, tomando gran cantidad de recursos humanos y económicos, decidimos ampliarla más, llevándola a cuatro veces la capacidad actual. Hoy, después de 7 meses de operación luego de la ampliación productiva, nuestra planta modelo está a más del 85% de la capacidad de diseño. Esto confirma que cuando se hacen fuertes inversiones en tecnología y podemos proveer productos de calidad excepcional con costos de producción de clase mundial, la demanda aparece inmediatamente, no solo del mercado local, si no de otros mercados, exportando placas electrónicas a Brasil y Sudáfrica.
Con una planta de 130 ingenieros electrónicos, en Mirgor tienen pasión por la creación de tecnología. Un ejemplo es su bicicleta eléctrica para su marca Qüint que está diseñada totalmente por ingenieros de la compañía, o sea no se pagan licencias de terceros. Y en el caso de la industria automotriz están exportando componentes también de diseño propio que se integran en autos fabricados en plantas de diversos países.
“Estamos notando un gran crecimiento y si consolidamos lo que estamos viendo vamos a ser un jugador cada vez más relevante abriendo mercados para el país que llevan inteligencia argentina embebida. No es sólo la industria del software. Es embeber en sistemas electrónicos nuestros conocimientos y además exportarlos“, enfatiza Alonso.
Además, todo el mercado automotriz está creciendo porque hoy hasta el faro de un auto de gama alta tiene una placa electrónica embebida. Antes los autos de alta gama cuando debían doblar los faros se movían físicamente para poder seguir la traza de la rueda. “Hoy eso desapareció, no hay más motores, hay una placa que lo que hace es desviar el haz de luz”, ejemplifica Alonso. Dado el mix de fabricación actual que logró Mirgor en la empresa piensan que “un modelo que podremos desarrollar para el país es realizar los componentes electrónicos en Tierra del Fuego y los otros en el continente de esta forma ayudamos a desarrollar Argentina en varias regiones”, se entusiasma Vazquez.
El puerto de Rio Grande es uno de los sueños de Mirgor que esperan iniciar en marzo. “Se trata de un componente clave, porque bajar los costos logísticos es lo que le seguirá impulsando el desarrollo de la provincia”, asegura Alonso.
La responsabilidad social es otra área donde Mirgor se encuentra muy activo. Entre sus actividades se encuentra la de la construcción, un regreso al camino mandaloriano que dio origen a todo. Claro que ahora se hace con incorporación de tecnología de última generación que permite la construcción de viviendas de 60 a 70 metros cuadrados en sólo dos o tres meses lo cual viabiliza un nuevo mercado que incluye desde sus propios empleados (ya cuentan con alrededor de 5000 colaboradores como les gusta llamarlos) a las comunidades donde la compañía está presente.
Gran parte de ese crecimiento se logró con fondos propios, pero ahora la compañía logró la aprobación en su asamblea de accionistas de la emisión de una ON (obligación negociable) por US$ 300 millones. En Mirgor comienza una nueva etapa para darle valor al accionista.
Para el futuro en Mirgor esperan un gran reconocimiento. “A medida que el mercado vea nuestra expansión internacional los inversores extranjeros van a mirarnos con más detalle. Creo que a media que se normalice Argentina y vengan fondos de afuera Mirgor no puede faltar en la cartera de ningún inversor. Debe al menos estar en un Top 5 de acciones de Argentina para invertir“, concluye Alonso.
Como se ve no se trata de fantasías. Hay motivos para ilusionarse. Mirgor comienza a tener presencia global para llegar a su tercera estrella. Una que podrá festejar el país al exportar su talento: “Queremos ganar en todos los campos de juego, queremos ser los mejores en cada cosa que nos propongamos hacer”, se entusiasman en Mirgor.
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