«Somos una pyme nacional, con gente que trabaja con nosotros desde hace muchos años y a la que siempre cuidamos, porque tener gente bien formada en un oficio es muy necesario, aun con la tecnificación industrial de hoy”, sostuvo Luciana Silvestrín, titular de la empresa.

Cinco años después de su creación, comenzaron a diseñar y fabricar campanas extractoras, junto con la ampliación de la estructura de producción y distribución, llegando a los comercios de construcción y sanitarios, las casas de electricidad, ferreterías y, desde que incorporaron las campanas extractoras y los purificadores de aire, también a los comercios y cadenas de electrodomésticos. La compañía distribuye en todo el país y mantiene contacto directo con cada representante y los clientes de cada zona. En la parte industrial incorporaron un robot para el plegado de la chapa, acompañando la penetración de la tecnología en la producción de las campanas y, también, las preferencias actuales de los usuarios, según Silvestrín porque la campana se elige por funcionalidad y por diseño, para acompañar al mobiliario de la cocina y al resto de los electrodomésticos.

Hoy ofrecen 3 modelos de purificadores, con y sin visera, y 9 de campanas con diferentes medidas. Las últimas incorporaciones fueron la campana Narrow, en negro texturado y acero, los extractores para baño estilo obra, con la misma calidad pero más económicos y destinados a la demanda por volumen, y la línea industrial.

“Nos sostenemos con el valor de nuestra marca, la innovación, el estilo, la calidad y el servicio de posventa, con provisión de repuestos aun para los productos vendidos hace muchos años, porque hoy se compite con la calidad y también con el servicio”, cerró Silvestrín.