¿Qué los llevó a establecer un patnership con la empresa brasilera Atlas para el desarrollo en Argentina, el primero con sistema a gas de la marca?
Básicamente, “Cocinas” es una categoría que cuando la observás desde afuera, Argentina quedó como arcaica porque en los últimos 60 años el estereotipo y el formato no cambiaron mucho, ni en funciones ni en atributos. Por otra parte, en el resto del mundo la categoría se fue agiornando con mejores especificaciones técnicas, con diseños, que de alguna manera hacen que el cocinar sea más rápido, más cómodo, tenga mayor versatilidad, Además, factores como la limpieza y la seguridad se volvieron cada vez más importantes. Esto nos llevó a introducirnos en el mercado de cocinas a gas, a partir de un enfoque que rompa con este estereotipo estandarizado, y sentimos que el producto está generando un gran impacto.
También nos motivó el hecho de que esto es un caso de éxito en otros países. Si bien exploramos múltiples proveedores, encontramos en Atlas, con su proceso industrial de Brasil, a un líder en este cambio de morfología y funciones del producto, que fue muy bien aceptado en un consumidor brasilero, que es muy parecido al argentino en cómo usa la cocina en el hogar. Eso nos llevó a encontrarnos con un proveedor que tenía ganas de encontrar a un partner local para desarrollar el mercado argentino, y en Atma teníamos muchas ganas de incursionar en el segmento de cocinas a gas, ya que ya somos líderes en cocinas eléctricas, pero nos quedaba un 95 % del mercado sin cubrir. Era una cuenta pendiente y desde hace un año y medio venimos trabajando en este proceso para poder tener una cocina que cumpla con las regulaciones técnicas del mercado local, pero además conserve la esencia de lo que buscábamos.
Hablan de democratizar el segmento a través de este producto, ¿a qué apuntan en cuanto a un precio más accesible?
Al incorporar atributos adicionales, un diseño mucho más atractivo y funciones de seguridad, la idea era que no quedara como un producto inalcanzable o limitado a un segmento de nicho. El mercado de Cocinas en Argentina está dividido en tres segmentos principales: el segmento de entrada, de primer precio, con la típica cocina que representa un 40 % del mercado, y un 35 % del mercado que corresponde al segmento medio, donde juega esta cocina. Dentro del segmento medio el consumidor encuentra precios que hoy oscilan entre los 600 mil pesos y casi 2 millones de pesos. Buscamos que esa cocina, que hoy se encuentra en el posicionamiento de 2 millones de pesos, con los mismos atributos, mismas especificaciones y con un diseño muy innovador, se ubique por debajo de la línea media de este segmento. Por eso, inicialmente buscamos hacer un segmento mucho más democrático y alcanzable.
El siguiente paso no es solamente ampliar la familia en términos de tamaños y anchura, sino también empezar a incorporar modelos híbridos, con cocinas de anafes eléctricos y cocina a gas, además de desarrollar una gama más accesible.
¿Cómo continúan los lanzamientos del lineal?
En agosto, nos encontramos lanzando la cocina de 56 cm en color negro. En septiembre presentaremos la misma cocina con el mismo ancho pero con un cambio estético en las perillas y la manija, y con el horno espejado. En noviembre ampliaremos la familia a modelos de 70, 75 y 51 cm. En 2025, realizaremos una expansión mucho más grande de la categoría.